Los lobos se detuvieron en seco y observaron a la madre y a sus cachorros. Había pasado más de una semana desde su última comida y estaban desesperados. Los cachorros serían una buena comida, pero correr grandes riesgos si se enfrentaban a la madre Grizzly. Había que tomar una decisión y la elección incorrecta podría significar el fin de la manada.