BOGOTÁ, COLOMBIA (AP)- Juan Pablo Pradilla dice que nunca pensó mucho en el reciclaje. Ahora, este joven de 28 años espera que su pequeña empresa de gafas de sol fabricadas a través del reciclaje pueda diferenciarse de sus competidores en América Latina y convertirse en una marca internacional.

“Lo que estamos tratando de hacer es como cambiar esa concepción del ver el plástico como algo negativo y como basura y explicarle y enseñarle a la gente que hay que ser responsables con el plástico y que el plástico lo podemos reutilizar y con el plástico podemos hacer objetos interesantes que tienen 2 , 3 , 4 , 5 hasta 7 usos.” Dijo Juan Pablo Pradilla, Director ejecutivo, Compañía SAJU.

Sajú fabrica gafas de sol con tapas de plástico viejas, como las de las botellas de refresco.

La empresa compra tapas de botellas que han sido convertidas en pequeñas bolitas por una planta de reciclaje, funde el material y lo inyecta en moldes para producir monturas de colores para sus espejuelos.

Cada año, millones de tapones de plástico acaban en los océanos del mundo o en los vertederos porque son difíciles de recoger y su reciclaje es caro.

Algunas empresas están encontrando un segundo uso para estos artículos y fabricando productos que resultan atractivos para los consumidores conscientes dl cuidar del medio ambiente.

En Australia y Estados Unidos algunas empresas también están fabricando gafas de sol con vinilo reciclado, botellas de plástico e incluso redes de pesca. Otras han creado gafas de sol con materiales biodegradables como el bambú y la paja de trigo.

En Estados Unidos, donde la mayor parte del reciclaje corre a cargo de empresas privadas, se recicla menos del 5% de los residuos de polipropileno producidos cada año, según cálculos de Greenpeace.

En Barcelona, ​​FOS Eyewear comenzó a fabricar gafas de sol a partir de plástico reciclado en 2018.

También ha vendido sus moldes y conocimientos a pequeñas empresas de siete países para que puedan fabricar sus propias gafas de sol recicladas. Una de ellas es Sajú, en Colombia, que ha vendido hasta ahora unos 3.000 pares por unos 40 dólares cada una.

MILEXSY DURAN, ASSOCIATED PRESS